viernes, 24 de octubre de 2014

Real Madrid - Barcelona: por las barbas de Neptuno

Después de una década, este sábado 25 Real Madrid y Barcelona se enfrentarán por la Liga sin que el campeón esté en la cancha. Las dos potencias de España chocan en el Bernabéu. Qué esperar del derby más fuerte del fútbol mundial.

Artículo publicado en ESPN Magazine, en octubre de 2014

En todo clásico, de barrio, estadual, nacional o mundial, como es este Real Madrid – Barcelona globalizado, los pronósticos duran lo mismo que el pitazo inicial. Cuando la pelota se echa a rodar los vaticinios se desvanecen y los antecedentes pasan al archivo: no cuentan, no juegan.
Pero para disfrutar al máximo de uno de los partidos más emocionantes y esperados del calendario futbolístico planetario, vale estar al tanto de todo lo que lo rodea.

EL ARRANQUE
En competencias tan reñidas como el campeonato español, la partida puede determinar el ritmo de toda la primera rueda. Mientras los catalanes se posicionaban como únicos punteros ya en la segunda jornada (único sin goles en contra y con puntaje ideal), los madridistas sumaron goles en los dos arcos, con un aceptable inicio ante el modesto Córdoba y una caída inesperada en San Sebastián, a manos de la Real Sociedad.
Haciendo un parangón hípico, en la salida de la gateras la ventaja la tomó el Barcelona.

DIRECTORES TÉCNICOS
La novena fecha indica un cuarto del torneo: es demasiado pronto como para que cualquiera de los dos entrenadores sufra un desgaste notorio pero sí marcará un tiempo suficiente como para perfilar con nitidez las identidades de ambos conjuntos. Con el envión positivo de la décima Copa de Europa, Carlo Ancelotti tienen como “problema” el administrar la sobredosis de nombres estelares que tanto le atrae al presidente del club blanco, Florentino Pérez.
En Cataluña, Luis Enrique dispone del crédito extra que le otorga su pasado culé como jugador y su inicio como entrenador en La Masía. Si bien el talento nunca le faltó al Barcelona, las batallas de egos parecen estar lejos de los vestidores blaugranas.

LOS CRACKS
La Copa del Mundo quedó muy atrás en el recuerdo. El fracaso portugués y la desilusión argentina en la final son apenas un dato más en el presente futbolístico de Cristiano Ronaldo y Lionel Messi.
La estrella madridista tiene por delante un trimestre que lo invita a cerrar su año con lo que le faltó en este 2014: el liderazgo en la Liga. Todo lo demás ya lo consiguió, y no es poco: Balón de Oro, Champions League, Supercopa europea, Copa del Rey, Pichichi, Bota de Oro, goleador de la Liga de Campeones y premio UEFA al mejor jugador europeo. Le queda por delante el Mundial de Clubes que el Real Madrid disputará en diciembre en Marruecos y, muy especialmente, su duelo personal con el genio argentino. La Copa en Río de Janeiro hubiera equilibrado la balanza, pero el trofeo se fue para Alemania y Messi tiene como misión primordial devolver al Barça a ese protagonismo hegemónico que supo tener bajo la batuta de Pep Guardiola.
El choque de las dos estrellas más brillantes del mundo volverá a ser el máximo argumento convocante para el clásico español.

CARAS NUEVAS
La chequera del Real Madrid esta vez apuntó a la calidad y no a la cantidad. Las incorporaciones de Toni Kroos y James Rodríguez, ambos de excelente desempeño en Brasil 2014, son verdaderos refuerzos a un plantel sumamente competitivo. La dinámica y visión de juego del alemán constituyen un aporte que se hizo notar de entrada. La elegancia y explosión del colombiano requieren sintonía fina en su acople con la línea delantera. Además, la llegada del Javier Chicharito Hernández supone un recambio de nivel ante la ausencia de alguno de los hombres de punta.
El Barcelona sumó en todas las líneas: el arquero chileno Claudio Bravo, el defensores Jérémy Mathieu (francés) y Thomas Vermaelen (belga), reforzó el medio con el croata Ivan Rakitic y sumó poder de gol con la llegada del uruguayo Luis Suárez. La gran noticia es que la sanción de cuatro meses impuesta por la FIFA finaliza el viernes 24 de octubre, justo antes del Clásico, así que la visita al Bernabéu será el gran debut oficial de Suárez con la camiseta blaugrana.
Entre las bajas, no pasan por alto las partidas de Ángel Di María y Xabi Alonso del lado del Madrid, y de Alexis Sánchez y Carles Puyol (retirado) por la escuadra catalana.

LA HISTORIA DICE
Desde el primer enfrentamiento, en 1902, Real Madrid y Barcelona jugaron 228 veces. A lo largo de estos 112 años, los de la capital suman 91 victorias, los catalanes 89 y registran 48 empates. En el saldo de goles, los merengues están adelante: 385-373. Esta leve ventaja se refleja también en las salas de trofeos: Real Madrid suma 71 títulos oficiales y el Barcelona 65.
El próximo será el 168º encuentro por la Liga. Desde el comienzo, en 1928, solamente estos dos equipos más el Athletic Club de Bilbao diputaron todas las temporadas. La contabilidad liguera registra 70 victorias blancas, 66 blaugranas y 32 empates. En goles también están parejos: 383 para el Madrid y 370 para el Barça.

EL FUNCIONAMIENTO
En la línea delantera, Real Madrid no tiene que mejorar nada: el peso ofensivo de Cristiano Ronaldo encuentra en Garath Bale y Karim Benzema a dos aliados de nivel altísimo. Kroos se adaptó rápidamente al funcionamiento colectivo de la mitad de la cancha, pero la zona defensiva se presenta endeble por momentos. El arquero Iker Casillas no atraviesa su mejor etapa y los fallos de la última línea hacen pensar que Arbeloa, Pepe, Sergio Ramos y Marcelo, tampoco.
Enfrente, el Barcelona se encamina a ser de nuevo ese equipo intenso, asfixiante, que acorrala al rival en la zona de tres cuartos de la cancha. Con Messi en su máximo nivel, Luis Enrique podrá conjugar esa idea futbolística que es propia del club. Se le suman dos juveniles promisorios, como Sandro Ramírez y Munir El Haddadi, ambos de 19 años, que le darán al DT más altenativas para ese temible tridente sudamericano que pueden componer Messi-Neymar-Suárez.

Durante diez años, madridistas y culés alternaron la cima del fútbol español. Cada primavera europea terminaba con celebraciones en las Cibeles o en las Ramblas de Barcelona, hasta que un tercero se atrevió a sumarse a la contienda. El Atlético de Madrid de Diego Simeone lo hizo con armas legítimas y obligo a trasladar los festejos a la Fuente de Neptuno. El Dios de los Mares, adoptado por los colchoneros, fue mudo testigo de la alegría largamente contenida por los aficionados del Aleti, pero se ganó el recelo de los hinchas de los dos grandes, que ya planean la revancha. Lo juran por las Barbas de Neptuno.

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