jueves, 22 de noviembre de 2007

Giovani dos Santos: A imagen y semejanza

Artículo publicado en la edición centroamericana de la revista Fox Sports, en noviembre de 2007.
Por PABLO ARO GERALDES


La placa en verde y rojo se alzó con firmeza en el fondo de ese volcán activo que es el Camp Nou. Dos cifras que no quedarán en la estadística marcaron el nuevo destino: 17 - 14. Thierry Henry entendió que se terminaba para él el encuentro ante el Athletic Bilbao, uno más en su brillante carrera. Pero para el pequeño muchacho mexicano, que daba saltitos ansiosos al borde del campo, era la noche de su vida, ese instante vertiginoso en que los sentidos se superponen y se es por un segundo el ombligo del mundo: ese instante mágico en el que se toma conciencia de que los sueños están por convertirse irremediablemente en realidad.
Giovani dos Santos pisaba el césped y con solamente 18 años se metía en la historia del Barcelona, el club donde brillaron desde Kubala, Cruyff y Maradona hasta Ronaldinho y Messi. Todo pasaba rápido ante los ojos húmedos de mamá Liliana y papá Gerardo. Con ellos empieza esta historia que hoy enorgullece a los mexicanos y disfrutan todos los amantes del fútbol.
Al contemplar la imagen de Gio es inevitable ver a Ronaldinho. El mismo porte, el mismo cabello, la misma sonrisa, el mismo estilo... “Si hasta parece brasileño...”, agregan los aficionados del Barça. Y no están tan errados; la mitad de su sangre llegó desde Brasil. Cuando tenía la edad que hoy tiene Giovani, Gerardo se marchó a México. Era uno más de los tantos brasileños que buscaban fortuna en el fútbol azteca; él la tuvo. Con su apodo de Zizinho jugó en el América y también en Monterrey, donde fue querido, se afincó y formó una familia.
En ese hogar de Nuevo León crecieron los tres hijos del matrimonio: Eder, Giovani y Jonathan. La historia de los Dos Santos seguiría ligada al balón, pero a una escala que ninguno imaginaba por entonces.
A pesar de su aspecto de garoto, Giovani creció como cuaquier chavo mexicano. No hay juego más divertido para un niño que una pelota, pero para él era más que un entretenimiento. Tenía nada más que 12 años cuando, en un viaje a Europa, lo vieron los detectores de talentos del Barcelona. Su hermano Jonathan cuenta el comienzo de la historia: “Estábamos en Francia, en un torneo infantil. Gente del Barcelona nos vio jugar y...”. Era 2001 cuando sonó el teléfono celular de Joaquim Rifé, director de la cantera del Barça: “Míster, aquí en París hay dos niños impresionantes; hay que ficharlos ya”. “¿Estás loco? –respondió Rifé– ¡Son muy niños! Pero haz como quieras”.
La suerte estuvo del lado catalán en esa tarde, porque cuando Germán Vaya, el cazador de talentos de Barcelona fue a buscar a papá Germán. Subió a la habitación del hotel y en el pasillo Giovani y Jonathan hacían malabares con el balón en el pasillo. “¿Dónde está vuestro padre?”, les preguntó. Los niños prometieron que no jugarían más dentro del hotel, pero no se trataba de eso. Germán dos Santos estaba en el lobby, platicando con gente del Ajax de Holanda, que también había visto jugar a sus hijos.
Vaya actuó con rapidez y ese mismo fin de semana ya estaban todos hablando en las oficinas de Barcelona. La historia de Gio ya es mundialmente conocida. Jonathan, que hoy tiene 17 años, es jugador del Barcelona B, de la Tercera División.

ALEGRIA TRICOLOR
Antes de eso, sin ser casi conocido en México, irrumpió de golpe como figura del Mundial Sub 17 Perú 2005. El Tri fue campeón superando a Brasil 3-0 en la final. Empezaba la fama, pero en la familia había otras prioridades: “La disciplina y el estudio”, le repetía su padre, que sabe de qué habla: “yo salí adelante, llegué al América de México con 17 años, y Giovanni tiene 16 y ya está en la Sub 17 creo que lo más importante es disfrutar y trabajar cada día más”.
Después de seis años en la cantera blaugrana (los dos últimos en el Barcelona B), Giovani fue promovido a la plantilla 2007-08 de Primera. Sus chances de jugar parecían casi nulas, teniendo en cuenta la constelación de delanteros del club: Ronaldinho, Messi, Eto’o y Henry. Pero el pasado 28 de agosto obtuvo la nacionalidad española, para así no ocupar plaza de extracomunitario, y el entrenador holandés Frank Rijkaard se animó a darle oportunidades. Muy rápido, los aficionados culés se están enamorando de este juvenil clon de Ronaldinho.

VELOCIDAD PURA
Si en su aspecto se parece a Ronaldinho, su juego tiene varios paralelos con el argentino Lionel Messi: ambos son zurdos, ambos juegan por la derecha, ambos salieron de La Masia, la cantera del Barça sin haber jugado casi en su país...
Tiene mucha energía y contagia vitaliadad”, cuenta Eusebio Sacristán, ayudante de Rijkaard; y agrega: “Siempre acelera, es velocidad pura. Puede recibir el balón en carrera: aprovecha esa aceleración que tiene y ese cambio de ritmo que sorprende a los defensas”. En esto sí se parece más a Ronaldinho, ya qye Messi siempre arranca sus lances estático y luego va tomando velocidad, siempre encarando hacia el área adversaria. Giovani, suele abrirse junto a la línea de cal, abriendo el terreno.
Rapidez, ligereza... hasta vértigo. Así son los días de Giovani dos Santos en los últimos meses. De avión en avión, de estadio en estadio, en geografías lejanas. Anduvo desparramando su fútbol por canchas de Canadá, México, Escocia, Japón, China y Alemania, pasando siempre por su nueva casa en la Ciudad Condal, su refugio familiar en Cataluña. “La familia se siente bien porque Giovani es un jugador humilde, que no se cree mucho; a algunos se le suben pero a Giovanni no, mi papá le ha enseñado que siempre hay que ser así, porque si no eres humilde no llegas a ninguna parte”, dijo su hermano Jonathan.
Y es así. “No me gusta describirme como un fuera de serie, no me considero un fantástico, ni un crack, ni nada de eso que dicen por allí”, advierte Giovani, rechazando la avalancha de elogios.
Toda va muy rápido. El mundial Sub 20, donde la FIFA lo premió con el Balón de Bronce, la concentración del Barcelona, las entrevistas, el interés de clubes de la talla de Arsenal, Manchester United y Chelsea, las peleas de los agentes por representarlo... Todo es veloz. Siete días después de debutar en el primer equipo del Barça, lo hizo en la Selección mayor de México, como titular ante Panamá. Escenario fantástico el de Puebla, pero un diluvio obligó a la suspensión tras la primera mitad. El Tri ganaba 1-0. Fue el comienzo de un amor en verde, blanco y rojo, con la esperanza de tres o cuatro mundiales por delante. El propio Giovani sabe cuáles son sus prioridades: “Ha sido un boom mi aparición en Barcelona, pero lo que se diga en España no me interesa, solamente estoy pensando es en México. Me queda trabajar día a día, demostrar lo que soy, y mejorándome siempre”. La Selección lo espera, pero como dijo el entrenador Hugo Sánchez, “hay que llevarlo con calma, no presionarlo”.
Faltan menos de mil días para Sudáfrica 2010. Aun con la cautela del técnico, la esperanza mexicana ya tiene nombre propio: Giovani dos Santos.

1 comentario:

Anónimo dijo...

santos gana mexico eres un super churro y mexico gana:::::::::::::=D:P